La chica del mostrador.

Basada en la novela homónima de Steve Martin.

Es un filme intimista que ocasionalmente echa mano de su origen literario: el mismo Martin le da voz a un narrador que se deja escuchar al principio y hacia el final de la película; ése es uno de los aciertos de Chica de mostrador: enseñar antes que contar. De esa forma, seguimos la mirada de la joven Mirabelle, que queda fascinada por los impecables zapatos de Ray Porter. O vemos cómo las estrellas del cielo toman la forma del cuerpo de la chica, cuando su amante va a encontrarse con ella.


Me emocionó demasiado el final, estas palabras junto con la música generaron el clima perfecto para encontrarse uno en esa historia, de sentir lo que los personajes sentían. Cada palabra se hizo eco. Simplemente bello.

Voz en off:
"Algunas noches cuando él esta solo el piensa en ella
y algunas noche cuando ella esta sola piensa en él
Algunas noches piensan uno en el otro al mismo tiempo
Ray y Mirabelle estan compenetrados sin saberlo.
Pero Mirabelle al sentir el calor de su primer amor correspondido
a cortado los lazos con él."

"A medida que Jeremy le va abriendo su corazon
Mirabelle le va entregando trozitos de si misma
Una noche antes de lo que a ella le hubiece gustado
lo que indica que no se ha podido resistir
hacen el amor por segunda vez en 14 meses
en ese instante Jeremy supera a Ray Porter como amante de Mirabelle
por que le ofrece ternura y sinceridad .


(...)

Voz en off :
"Mientras Ray Porter ve a Mirabelle alejarse caminando siente una pérdida. Cómo es posible, piensa, extrañar a una mujer a quien se mantuvo a una distancia tal, para que cuando se haya ido, no extrañarla. Sólo entonces se dio cuenta que queriendo sólo una parte de ella y no toda, había lastimado a ambos y que él no puede justificar sus acciones excepto porque...fue la vida"